Una tablet conectada a internet para inspeccionar eficazmente y sobre el terreno los elementos de la vía pública.

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admin

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febrero 4, 2015

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Vados, cajeros automáticos, terrazas, quioscos, toldos y cualquier otro elemento situado en la vía pública y sujeto a tasas municipales ya puede ser inspeccionado y rectificar errores u omisiones de forma automatizada desde la misma calle.

Los elementos situados en la vía pública y que son susceptibles de pago de tasas municipales suelen sufrir numerosos cambios y variaciones con el paso del tiempo en sus características, lo que implica una degradación progresiva de la base de datos municipal.

El problema añadido es que, en numerosos municipios, se está hablando de miles y miles de elementos, por lo que se hace muy difícil la comprobación periódica de la veracidad y exactitud de datos en cuanto a, por ejemplo, metros de vado de garajes o metros cuadrados de espacio de acera para terrazas.

En CGI sostenemos que 2 de cada 3 euros adicionales que los ayuntamientos pueden recaudar adicionales a los que ingresan actualmente se consiguen mejorando continuamente la calidad de la información en poder el consistorio y no dejando escapar objetos tributarios susceptibles de tributación, básicamente mediante inspección. Además, la información precisa y actualizada de datos, además de la comprobación de los mismos mediante inspección, traslada al contribuyente la imagen de que su ayuntamiento ‘está al día’ y que no se le escapa nada.

Ahora, mediante una tablet conectada a internet y con la información tributaria adecuada pre-cargada en la misma, podemos realizar este trabajo de forma más rápida y eficaz.

¿Qué se necesita para inspeccionar eficazmente la vía pública? Sólo 6 elementos:

  1. Una tablet con conexión a internet.
  2. La cartografía municipal pre-cargada. Así podremos comprobar la ubicación de cada elemento tributario mediante geo-posicionamiento
  3. La base de datos de objetos tributarios instalada. De este modo podremos realizar las comprobaciones y las modificaciones directamente sobre la misma, generando el expediente de inspección y surtiendo efecto inmediato en nuevos padrones.
  4. Un medidor láser, con él podremos efectuar las mediciones exactas de vados u otros elementos y comprobar su exactitud o, en su caso, las diferencias con la información en poder del ayuntamiento.
  5. Un plan de acción. La ciudad puede ser muy grande. Es conveniente trazar un plan de actuación en el tiempo, que acote las áreas concretas y los elementos que se van a inspeccionar, y sobre los que previamente debe haber habido un estudio previo de la base de datos para identificar posibles bolsas de fraude o zonas especialmente conflictivas (industriales, comerciales, turísticas, residenciales,…)
  6. Y…un par de zapatos. La tecnología ayuda y mucho en hacer más inteligente, ágil y eficaz este proceso, pero la comprobación material de las características de los elementos y las modificaciones de datos implican aún ‘patear’ las calles.

El uso de esta metodología por parte de CGI en proyectos de inspección está generando resultados altamente positivos. Como ejemplo en este sentido, el trabajo de campo realizado por CGI a finales de 2014 en diversos polígonos industriales de Córdoba, en los que se sospechaba un alto grado de elusión fiscal y de errores en datos declarados, permitió dar de alta 893 nuevos vados, además de un descubriendo de fraude de alrededor del 95%.

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